miércoles, 28 de junio de 2017

Situación 2: Conflictos entre los estudiantes.


En el curso de segundo año básico se puede observar que existe una gran cantidad de conflictos entre los estudiantes. Desde simples discusiones hasta, en ocasiones, llegar a agresiones físicas. Al ser un establecimiento mixto, los varones del curso son muy bruscos al momento de relacionarse con las damas. 

A esto se le suma que hay dos alumnos repitentes, por consecuencia son mayores que el resto de los estudiantes que conforman el curso. Cabe mencionar que el establecimiento es vulnerable lo que aumenta las posibilidades que haya estudiantes rebeldes o intolerantes a las normas, lo que empeora la situación.

Alguno de los hechos que han ocurrido en el transcurso del semestre son, por ejemplo, que un menor, bastante frustrado porque el docente lo mandó a su puesto, golpeó la puerta con el pie, de manera que quebró el vidrio dejando en situación de riesgo al resto de sus compañeros, debido a que, los trozos del material eran cortantes.

Dentro del curso se encuentra un menor con Asperger, pero su comportamiento es muy cambiante, puesto que, si algo le resulta, se comporta de manera adecuada, pero si le llaman la atención, o alguna actividad no le resulta se frustra y cambia totalmente su actuar, volviéndose muy violento, a tal extremo que en una ocasión llegó a  ahorcar a una compañera con un elástico.

Algunos de los estudiantes del curso no aceptan que el docente les de órdenes, tampoco obedecen a la profesora especialista, rompen las guías, golpean el inmueble y a sus compañeros, etc.

Es importante mencionar que el docente corrige estas actitudes al instante, sin embargo, esto no es suficiente y deben acudir a la directora, llegando a la decisión de la suspensión de los involucrados.

Actores:

-Profesor: Es quien cumple rol de mediador, para la resolución de los conflictos entre sus estudiantes.
-Estudiantes: Poseen una gama amplia de formas de actuar, lo que genera los conflictos.
-Directora: Toma las decisiones importantes y radicales sobre el comportamiento de los estudiantes.


Análisis de lo observado:

Para lograr un proceso de enseñanza – aprendizaje adecuado, es fundamental generar un clima de respeto y buenas relaciones sociales entre todos los actores del sistema educativo. En este caso en particular es importante utilizar diversas estrategias para llegar a acuerdos que favorezcan a todas las partes involucradas en el conflicto.

Es primordial que el docente pueda generar un ambiente adecuado para lograr un aprendizaje significativo, lo que se fundamenta con el Marco para la Buena Enseñanza, que en su dominio B, denominado “Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje”, plantea que “se destaca el carácter de las interacciones que ocurren en el aula, tanto entre docentes y estudiantes, como de los alumnos entre sí. Los aprendizajes son favorecidos cuando ocurren en un clima de confianza, aceptación, equidad y respeto entre las personas y cuando se establecen y mantienen normas constructivas de comportamiento”.

El docente toma en cuenta algunos de los criterios expuestos en este dominio, como por ejemplo la creación de normas de convivencia dentro de la sala de clases, las que son comprensibles y conocidas por los estudiantes. Cuando uno de los menores no cumple alguna de estas reglas, el profesor vuelve a mencionarlas, a pesar que están a la vista de todos, y las repasa en conjunto con el curso completo.

Para evitar las rivalidades entre los menores, es importante dar oportunidad a todos para participar dentro de las diferentes actividades que se desarrollen a lo largo de la clase, para que así, todos sientan que son un aporte dentro del curso.

En caso que se presente una situación de frustración, como la que protagoniza el estudiante con Asperger, el Marco para la Buena Enseñanza plantea que es fundamental promover el clima de esfuerzo y perseverancia, lo que concluirá en un trabajo exitoso.

Para lograr una solución a los conflictos que se generan dentro de la sala de clases, se deben tener en cuenta una serie de sugerencias para hacer más amena la situación. Una de las autoras que brinda estas sugerencias es Bárbara Porro en su libro “La resolución de conflictos en aula”, donde expresa que los docentes no deben emitir juicios, es decir, no le corresponde atribuir culpas, sino ser un mediador neutral y comprensivo que guía a los estudiantes en un proceso donde no existen respuestas correctas, sino todas son válidas y respetables.

Es importante que el docente entregue a los alumnos la oportunidad y espacio de resolver los problemas, es aquí donde la autora expone la idea del “Rincón de los conflictos”, estrategia que sería de gran utilidad para desarrollarla dentro de la sala de clases con el curso, para otorgar ese espacio requerido para la mediación.

Esta estrategia trata de elegir un lugar dentro del aula para exponer las diferentes formas de pensar y puntos de vista hasta que los estudiantes lleguen a aceptar cada uno de ellos y llegar a un consenso benefactor para todas las personas involucradas en alguna discusión o situación de conflicto. Para hacer esta estrategia mucho más comprometedora con los educandos, se propone que cada uno de ellos piense y luego exponga las ideas que tengan para resolver las diferencias y luego llevarlas a la práctica, así todos se involucran y son los protagonistas de este proyecto.

Es de suma importancia tratar estos temas en aula y así, mantener el clima de respeto e inclusión para con todos los educandos del aula.



Conclusión:

Crear un clima adecuado para el aprendizaje de los estudiantes es una parte fundamental para su proceso educativo, puesto que, ayuda a que se sientan seguros, cómodos, y sin miedo de expresar las diferentes opiniones, lo que evitaría considerablemente los conflictos que se generan dentro del aula.

El docente juega un rol primordial dentro de la mediación de los conflictos que se puedan presentar, ya que, es él quien controla las situaciones de riesgo, y aplica las normas de convivencia para evitar enfrentamientos.

Es importante que el docente adquiera un papel neutral dentro de alguna situación conflictiva para hacer más fácil la solución, y brindarle a las partes el espacio adecuado para resolver todo aquello que irrumpe en una buena relación.

Lograr un ambiente propicio no solo favorece en el aspecto de las relaciones sociales, sino también en lo educativo, debido a que, los estudiantes, al encontrarse rodeados de buenas palabras, de compañerismo y amistades, se desenvuelven de mejor manera y tienen más posibilidades de triunfar y coartar la angustia y la frustración.

Referencias:

Ministerio de Educación. (2008) Marco para la Buena Enseñanza. Chile. Mineduc. Extraído de https://www.docentemas.cl/docs/MBE2008.pdf.


Porro, B. (2006). Resolución de conflictos en el aula. Buenos Aires, Argentina. Paidós Ecuador (SAICF).


  • Situación 1: Falta de motivación hacia la lectura.



Dentro de la sala de clases existen evidentes diferencias entre los estudiantes de un segundo año básico en cuanto al avance a la lectura que cada uno posee. Se destacan dos niñas que leen perfectamente y se encuentran en un nivel sobresaliente en comparación al resto de sus compañeros, pero hay muchos otros que realmente están en una situación de cuidado en cuanto a su avance lector.

Después de tomar la estrategia de velocidad lectora, se pudo evidenciar claramente que el curso está en el nivel lento dentro de la escala de apreciación, lo que genera un conflicto para todo el desarrollo de su proceso de enseñanza -  aprendizaje. El profesor jefe, que es quien imparte la mayor parte de las asignaturas del curso y entre ellas, lenguaje, utiliza diversas estrategias para motivar a sus alumnos a acercarse a la lectura, en clases evita la rutinización de sus actividades, no utiliza en exceso las guías, sino más bien, incorpora la tecnología, por ejemplo proyectando con el data, karaoke para que los estudiantes canten siguiendo la letra de canciones infantiles, o temas de baja complejidad.

Dentro de la sala de clases el docente motiva a sus estudiantes, recalcando que deben practicar en sus hogares cada vez que sea necesario, y para esto, le manda textos que deben reforzar, los que posteriormente serán tomados en aula. Sin embargo, al ser un establecimiento vulnerable, hay una clara dejación o despreocupación por parte de los padres y/o apoderados en brindarles el apoyo necesario a sus hijos.

Este es un pilar fundamental, que lamentablemente está débil, lo que causa que los educandos no puedan trabajar ni reforzar la lectura en casa, al no lograr esto, al momento de enfrentar una evaluación se frustran porque no pueden hacerlo de manera satisfactoria, lo que culmina en que no quieran leer, y no se interesen por intentarlo nuevamente, lo que causa el bajo nivel observado del curso.

Actores:

-Docente: Utiliza diversas estrategias para que sus estudiantes puedan acercarse y motivarse por la lectura.
-Estudiantes: Muestran un bajo nivel lector, lo que causa la desmotivación e interés por leer.
-Padres y/o apoderados: deberían mostrarse más comprometidos por ayudas a sus hijos en su proceso de aprendizaje.

Análisis de lo observado:

Dentro de la situación descrita anteriormente, se observa un claro desinterés por parte de los educandos hacia la lectura, causado por la frustración que les lleva el no poder leer de manera correcta cada vez que se les asigna esa tarea. Si bien el docente motiva al curso y utiliza diferentes estrategias para lograr su cometido y no se queda en lo tradicional, el déficit que se observa no es disminuido.

Primeramente hay que saber qué significa leer y que factores son los que inciden en esta gran tarea. Una de las principales autoras en hablar de este tema, es Solé, I. (S.F)  quien plantea que “Leer, más que oralizar, más que decir el texto, es construir un significado personal para la información que vehicula. Dicho significado está enraizado en el texto, pero no se deduce necesariamente de éste”.

Es importante saber que cada lector es diferente en función de lo que lee, ya que cada uno busca un texto dependiendo de sus necesidades. Un tema que está directamente ligado a la motivación hacia la lectura es la comprensión, y los conocimientos previos cobran gran relevancia en esto, ya que son muy importantes para poder generar un aprendizaje significativo, puesto que, mientras más saberes existan, más fácilmente se podrá comprender y profundizar el texto.

Un pilar fundamental para lograr comprender y motivarse por la lectura, es el sentido que se le da al texto, y los conocimientos previos impactan, puesto que es difícil darle sentido a lo que no se sabe. La comprensión se relaciona de manera directa al sentido, ya que, si el texto  es poco llamativo para el estudiante,  al leerlo solo lo podrá analizar de manera superficial, no que no ayuda bajo ningún aspecto a la motivación hacia la lectura.

Otra de las estrategias para fomentar el interés por los textos, es incluir el juego en este proceso, y una de las autoras más nombradas que habla sobre esto es  Condemarín, M. (1998), p.(13)  quien plantea que:

“Los juegos constituyen un factor central para el buen desarrollo intelectual, motor y afectivo del niño. Son su vía natural de expresión. Los juegos le permiten explorar y entender el mundo que los rodea a través de su imaginación, de su fantasía y de todos sus sentidos y les proporcionan los medios para expresar sus acciones, sentimientos e ideas”.


Condemarín menciona una serie de enunciados hacia la lectura  los que ayudan a entender de manera simplificada el cómo actuar frente al proceso lector. Entre estos se encuentran que el docente debe estar altera de cuáles son los intereses de sus alumnos para poder entregarles el material que pueda satisfacer su lectura. Menciona también que se debe dar tiempo al educando para que experimente con la estrategia el juego para que pueda desarrollar su creatividad. 

La autora hace mención a que no se debe exponer a los estudiantes a temas que no llamen su atención ni acelerar las etapas del proceso de lectura de los estudiantes, para las que no está completamente preparado.

Es importante respetar los diferentes tiempos y formas de aprender que existen dentro del grupo curso, teniendo en cuenta el poco apoyo que tienen los menores en sus hogares, sin embargo, ese apoyo puede fomentarse si se les explica a los padres y/o apoderados que no es necesario realizar grandes tareas para ayudar a acercar a sus hijos a la lectura, si no, que con pequeñas acciones se puede fomentar esa motivación e interés, por ejemplo leyéndoles todas las noches un cuento o noticia o información sobre su dibujo animado favorito, buscar temas de interés del menor para llamar su atención y hacerle saber que leyendo puede informarse y acercarse mucho más a las cosas que le agradan.

No siempre es obligatorio hacerlos leer textos extensos y sin imágenes, sino que existen otros métodos, uno de estos son los textos multimodales, que incluyen comics, chistes, adivinanzas, recetas e incluso las instrucciones de sus juegos favoritos. Leer no es solo estar frente a un texto escolar y leerlo por obligación, sino que acercarse a un texto por interés propio, lo que generará la motivación.

Conclusión.

Para evitar la frustración de los estudiantes al no poder realizar una tarea relacionada a la lectura, es importante utilizar el refuerzo positivo, es decir, no centrarse en el error, sino más bien recordarle que es capaz de efectuar todo lo que él se proponga, que no hay límite de oportunidades y que habrán otras instancias donde pueda demostrar su potencial.

Es fundamental que padres, apoderados y docentes no utilicen la lectura como un castigo, porque eso coarta las posibilidades de acercar a los menores hacia el mundo de los textos, y su motivación por leer disminuye rotundamente, ya que solo lo relacionan con algo malo. También se debe evitar hacerlos leer por obligación textos que no se afianzan con sus intereses, sino que darle una variedad de opciones y así ellos eligen el camino que desean seguir.

Es importante tener en cuenta que cada estudiante en la sala de clases es un mundo diferente, por ende dentro de un mismo grupo hay muchas formas y ritmos distintos de aprender, lo que obliga al docente a utilizar estrategias variadas para así poder atender a cada una de las necesidades que se presenten en aula.

Referencias:

Solé, I. (S.F). Motivación y lectura. Universidad de Barcelona. Extraído de: http://www.cepalcala.org/upload/novedades/archivo_noticia_19_10_09_01_48_26.pdf.


Condemarín, M. (1998).  Jugar y leer. Buenos Aires, Argentina. Editorial del Nuevo Extremo S.A.