viernes, 2 de diciembre de 2016

Diario de Aprendizaje

  • Caso 1

     Curso: Primero Básico
     Lugar: Sala de clases
     Fecha: 17 de Octubre del 2016
     Asignatura: Matemáticas
     Hora: 09:50 – 11:20

Situación: Relación establecida entre el profesor y sus estudiantes.

En esta clase, el docente hace la activación de los conocimientos adquiridos la clase anterior para poder seguir avanzando con el nuevo contenido. Al profesor al comienzo se le hace complicado captar la total atención del grupo de estudiantes, ya que la clase es después del primer recreo, por este motivo, los menores siguen corriendo y gritando y dejan en segundo plano la explicación del docente.  Pasado unos minutos el profesor es capaz de obtener la concentración del curso haciendo una pequeña llamada de atención alzando la voz, luego de esto, explica con total normalidad la clase y logrando crear un ambiente propicio para que los menores puedan entender.
Si un educando no entiende, el docente vuelve a explicar todas las veces que sea necesario, con esto, logra entregar la confianza necesaria a los niños para poder preguntar sin temor. Utiliza mucho los refuerzos positivos para poder generar cercanía y seguridad con los estudiantes a su cargo. Los menores tienen una gran confianza para con su profesor, ya que, aparte de ser el profesor jefe y el que les hace la gran cantidad de los subsectores, les da la oportunidad de participar, corrige los errores que comenten de la mejor manera y no los reprocha, sino, por el contrario, les dice que tendrán más oportunidades para poder hacerlo bien, lo que causa en los niños cercanía, cariño y confianza hacia él.


Análisis de lo observado, fundamentación teórica:

 “La buena relación profesor-alumno es clave para lograr aprendizajes” Martínez. S (2013).

Un factor de mucha relevancia es la relación que se genera entre educador y educandos, puesto que, las visiones que tiene el docente sobre sus estudiantes los puede hacer surgir o simplemente los hará caer sin oportunidad de renacer. Esto se explica, por ejemplo, cuando el menor realiza de forma incorrecta la tarea que se le fue asignada. Hay dos posibilidades en las que el docente puede actuar, la primera es recriminándole de manera muy agresiva su error, diciéndole que no es bueno para nada, que no lo hizo bien y una serie de cosas incorrectas, pero en la segunda, el docente puede decirle a su estudiante que ha errado pero que no debe preocuparse, que hay más posibilidades de hacerlo bien, que él puede. Esta actitud del profesor es la que entrega mucha seguridad al menor, dándole ánimos para no rendirse y seguir intentándolo.
“Es importante entonces considerar que en la interacción la conducta de ambos participantes se ve influenciada bidireccionalmente, no sólo por los significados atribuidos al comportamiento del otro sino también por la expectativa de reciprocidad que tenemos en relación con ese otro.” Richards, Bertoglia., L. (2005. p. 59).

“La relación entre el profesor y el alumno no se establece sobre la base de simpatía mutua, afinidad de caracteres o de intereses comunes. Más bien, se funda en una cierta ‘imposición’: están ahí sin consulta o consentimiento previos, lo cual genera -sobre todo en los comienzos de cada periodo lectivo -expectativas mutuas que se confirman o no con arreglo al desempeño del profesor y del alumno como tales.” Cámere. E. (2009).

Conclusiones:

El profesor es quien debe guiar, motivar y alentar a sus educandos en su proceso de enseñanza – aprendizaje, pero para lograr esto, debe ser capaz de entregar la confianza necesaria para que los alumnos se sientan sin el temor de equivocarse, para que juntos, puedan hacer del error una oportunidad para mejorar, los estudiantes, por su parte, deben obedecer y ser responsables. Las buenas relaciones que se crean entre estos dos actores son fundamentales para poder generar un aprendizaje significativo, porque el educador llevará a cabo su labor docente con estrategias que puedan ayudar a cada uno de los estudiantes y será capaz de relacionar todo el contenido con la vida diaria de los menores.

Referencias bibliográficas:
         

Cámere. E. (2009). ENTREDUCADORES. La relación profesor-alumno en el aula. Recuperado de https://entreeducadores.com/2009/08/01/la-relacion-profesor-alumno-en-el-aula/


Martínez. S (2013). EducarChile. La buena relación profesor-alumno es clave para lograr aprendizajes. Recuperado de http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=134877


Richards, Bertoglia., L. (2005). LA INTERACCIÓN PROFESOR-ALUMNO. UNA VISIÓN DESDE LOS PROCESOS ATRIBUCIONALES. Recuperado de http://www.psicoperspectivas.cl/index.php/psicoperspectivas/article/viewFile/26/26


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